Domaine Arretxea - Esquistos 2023
Esquistos Blanc 2023 del Domaine Arretxea encarna la expresión más tensa, vertical y profundamente mineral de los blancos de Irouléguy. Proveniente de viñas arraigadas en suelos de esquistos oscuros y friables, esta añada se presenta con un color oro pálido con reflejos plateados, anunciando un estilo preciso y luminoso. La nariz se abre con notas de cítricos finos, limón amarillo y cidra, asociadas a pera fresca, manzana verde y un toque floral que evoca la flor de acacia. En el fondo aparecen matices de piedra caliente, tiza y hierbas de montaña, que inmediatamente señalan la naturaleza mineral del terroir. En boca, recto y esbelto, despliega una fruta pura sostenida por una acidez perfectamente madura. El final, largo y salivante, revela una salinidad clara y un amargor noble que recuerda a la piel de cítrico.
Al airearse, Esquistos 2023 gana en complejidad y revela matices más profundos de durazno blanco, hinojo silvestre, almendra fresca y especias finas. El perfil aromático sigue siendo tenso, preciso, sostenido por una columna vertebral mineral de gran claridad. La vinificación suave y la crianza en cubas y grandes recipientes permiten que el vino conserve su pureza, vivacidad y dimensión aérea. La textura se vuelve progresivamente más envolvente, manteniendo ese hilo conductor salino que estructura el conjunto. En esta añada se encuentra el equilibrio buscado por Arretxea: madurez de la fruta, tensión energética y expresión fiel del terroir esquistoso. Es un blanco vibrante, de gran coherencia estilística, que afirma una personalidad noble y elegante.
En la mesa, Esquistos Blanc 2023 se distingue por su capacidad para sublimar cocinas precisas y productos de gran frescura. Acompañará magníficamente un pescado a la parrilla, una trucha de los torrentes vascos, un ceviche de cítricos, crustáceos o vieiras ligeramente selladas. Su trama mineral y frescura lo convierten también en un compañero ideal para una cocina vegetal refinada, alrededor de espárragos, verduras asadas, hinojo o quesos jóvenes de oveja. Servido entre 10 y 12 °C, expresa plenamente su brillo, riqueza aromática y tensión. Ya muy seductor por su energía y precisión, sabrá evolucionar armoniosamente durante algunos años, desarrollando notas de miel ligera, frutos secos, cera e infusiones de hierbas, conservando su verticalidad. Es un blanco identitario, puro y mineral, que ilustra con brillantez la faceta más luminosa del domaine y la nobleza de los terroirs de esquistos de Irouléguy.
Variedades: Gros Manseng, Petit Manseng