El Clos de Bèze es el más antiguo de los clos de Borgoña: en el siglo VII, el entonces duque de Borgoña cedió a la Abadía de Bèze una importante finca ubicada en la ciudad de Gevrey Chambertin. Un decreto de 1937 estableció la denominación como Grand Cru. Los vinos de Clos de Bèze son delicados, potentes y complejos, más flexibles y refinados en su textura que los Chambertins. Generalmente muestran notas de regaliz y flor. Su desarrollo puede ser frustrantemente lento en su juventud, pero el envejecimiento a largo plazo siempre es muy satisfactorio. Su capacidad de envejecimiento varía de 10 a 20 años, o incluso más para los años mayores.