El nombre del Château Chasse Spleen evoca a Charles Baudelaire, poeta de las Fleurs du Mal -una colección entre el horror y el éxtasis- que, cayendo bajo el hechizo de los vinos, habría reconocido su poder para evacuar la melancolía. Situado en la denominación Moulis, en el corazón del Médoc, Château Chasse-Spleen cubre 90 hectáreas. También se produce un segundo vino: el Héritage de Chasse-Spleen. Las componen tres variedades de uva: 73% Cabernet Sauvignon, Merlot (20%) y Petit Verdot (7%). Los vinos de Château Chasse-Spleen, atractivos, redondos, rectos y equilibrados, ¿tendrían entonces la virtud de devolver una sonrisa en invierno y dar vida a los rayos del sol?