Domaine Arretxea - Haitza 2014
Haitza 2014 del Domaine Arretxea encarna la dimensión más profunda, terrenal y noble de los tintos de Irouléguy, en una añada que supo combinar madurez, frescura y gran precisión. El color rubí oscuro, ligeramente evolucionado hacia el granate, anuncia un vino complejo y añejado. La nariz se abre con aromas de frutas negras maduras, zarzamora silvestre, grosella negra, cereza negra, enriquecidos con notas de cuero fino, tabaco rubio y especias suaves. En el fondo se revelan acentos de pimiento dulce, regaliz, pimienta negra y un toque ahumado que recuerda el terruño que mezcla areniscas rojas y esquistos. En boca, amplio y estructurado, revela una materia densa pero elegantemente fundida, donde los taninos, antes firmes, se presentan hoy perfectamente suavizados. El final, largo y sabroso, ofrece un relieve admirable, con un regreso de frutas negras, matorral vasco y piedra caliente.
Con la aireación, Haitza 2014 gana aún más en complejidad, revelando matices de cacao puro, sotobosque, chocolate negro, frutas compotadas y hierbas secas. El vino respira la madurez de una crianza larga y controlada, así como una vinificación pensada para la profundidad más que para la demostración. La textura, aterciopelada y coherente, mantiene una frescura notable que testimonia el clima montañoso de Irouléguy. La trama mineral del terruño aparece en la verticalidad y la firmeza del vino, mientras que el añejamiento redondea los ángulos y enriquece el perfil aromático. Cada copa expresa un equilibrio logrado entre potencia contenida, elegancia y energía interior. Es un tinto que revela plenamente el potencial de guarda de esta cuvée icónica, capaz de atravesar los años con nobleza.
En la mesa, Haitza 2014 es un vino de alta gastronomía, ideal para platos potentes y refinados. Acompaña magníficamente un cordero de las Aldudes asado, una pierna cocida lentamente, una carne de vacuno madurada, una pintada de corral con setas o un plato delicado de caza. Su perfil especiado y ligeramente ahumado lo convierte también en un compañero natural de quesos con carácter, especialmente los de oveja afinados del País Vasco. Servido alrededor de 16 a 17 °C y, si es necesario, tras una corta aireación, despliega toda su complejidad y profundidad. Ya espléndido hoy, puede aún evolucionar algunos años, desarrollando notas de cuero noble, hierbas secas, frutas negras confitadas y especias sutiles. Es un gran tinto de autor, con raza, vibrante y profundamente arraigado en su terruño, que testimonia con brillo la exigencia y visión del Domaine Arretxea.
Variedades: Tannat y Cabernet Franc