En 1818, Jean-Marie Calvet, originario de Tain l'Hermitage en el departamento de Drôme, decidió montar su empresa. Poco a poco ansioso por desarrollar su actividad, se embarcó en el comercio del vino. Esta actividad se practica principalmente en Burdeos, luego se establece allí.
Unos años más tarde, su nieto Jean Calvet se hizo cargo. Entonces tuvo la idea de extender el negocio familiar a Borgoña.
Calvet ha evolucionado a lo largo de los años, sobre todo gracias a la llegada de dos enólogos: Jean Ribéreau-Gayon y Emile Peynaud, que han permitido a la empresa modernizarse y, sobre todo, estar a la vanguardia tecnológica. Desde 2007, Calvet se ha unido a Grands Chais de France, que es el primer enólogo privado con el objetivo de seguir produciendo vinos de la más alta calidad posible.